martes, 26 de octubre de 2021

Las claves secretas por Ibn Masar


Más allá de las ideas del bien y del mal existe un campo,
allí nos encontraremos.
Cuando el alma se acuesta en esa hierba,
el mundo está demasiado lleno para hablar.

Rumí

El autor de este libro, al que conozco desde hace más de diez años, me ha pedido que escriba algo sobre él.

le ofrecí varias correcciones para lo que en el libro se contara fuese parte de una realidad.

Como no veo mucho, espero que le sirvan estas parcas palabras.

Demasiados nombres y paisajes brotan del mundo de la fábula. Desde la primera página, Ricardo no ofrece tregua para quien se atreva a franquear el mundo creado por mi querido amigo. Doy fe que se sumergirá en un marco incomparable que le hará cuestionar donde la realidad.

Todo comienza desde el más remoto recuerdo, tal como suele suceder en las buenas historias.

Thyrsá es una anciana que, tras toda una vida aguardo, aún espera la llegada de su amor. Desde un castillo donde rompen las olas, ella contará la historia de su niñez y adolescencia. Relatara sus principios en los portentosos de los bosques de Hersia.

El altozano de Vania con sus ruinas revelará un conocimiento arcaico; tan poderoso siempre.

Paralelamente y de manera simultánea se alternan los capítulos destinados al niño Ixhian, pero... ¿Quién relata su historia? Una mujer, cuyo nombre se mantendrá en anonimato durante esta primera entrega (nosotros le llamábamos cuadernos cuando lo leímos juntos).

Curiosamente la historia del niño Ixhian será relatada en tercera persona, dando prioridad al proceso de lo femenino frente a lo masculino. La historia del chico, no surge de bosques ni paisajes encantados; la figura del niño brota del fondo desolador de la tierra. Un lugar llamado La Sidonia nos producirá cierta claustrofobia que se repetirá a lo largo de su historia. Abstracción al útero y lo materno.

La separación de los dos protagonistas será el hilo conductor de la misma, el amor y la ansiada demanda como unificación absoluta y que constituye el logro más alto de la condición humana.


«El alma que anda en amor, ni cansa ni descansa»

Nos decía el místico San Juan de la Cruz

Tiempo para la iniciación, con la prioridad de encontrarse ellos; la unión del amado y la amada. Ya luego, dará comienzo numerosas pruebas por parte de ambos y que nos recordarán las viejas leyendas artúricas y de una manera más profunda; la mítica orden Sufí.

Él, en el pueblo de los magos, denominado en la novela; el País de la Roca y ella en la sinigual Casalún.

Luego está el tiempo capaz de ralentizarse y pausar su recorrido en un auténtico manual filosófico y que el autor denomina el Péndulo de la Clepsidra y no seré yo quien descubra de dónde obtuvo dicho conocimiento.

El autor, conforme nos vamos familiarizando con la trama, hace un giro y nos lleva a un territorio velado.

La Zhiryab no deja duda alguna de la filosofía que impregna la isla, llevándonos hasta Bagdad o Damasco y a lejana Córdoba en manos de la figura del poeta y músico Abul I Hasan, que es absorbido por el personaje de Noru, conocido en la novela como el mago del País de la Roca.

Los cuatro elementos mantienen su pulso, combinándose durante todo el aprendizaje de Thyrsá y Eleonora, la mudita primero como amiga y como amante después.

Y lo que verdaderamente sorprendente es el encuentro con el conocimiento tántrico, desvelando un paisaje sexual sin precedente en obra de ficción alguna. Sutil y difícil de descubrir para quien no conozca el sendero del gozo en el que nos ofrece una absoluta lección de sabiduría arcana.

También es de destacar la manera en que relata las emociones, siempre desde el alma de la mujer y luego está aquello de La Cruzada de las Mujeres donde descaradamente aboga por el regreso del concepto femenino frente a un mundo arraigado en los principios masculinos, aunque da prioridad al proceso interior por encima de todo. Nacemos del amor y el amor es nuestra madre

Ibn Masar
Desde Ait Ben Haddou  en Marruecos

Pinocho, la puerta secreta.

  «¿Qué nombre le pondré? —Se preguntó a sí mismo. —Le llamaré Pinocho, y este nombre le traerá fortuna. He conocido una familia de Pinocho...