lunes, 29 de noviembre de 2021

Casalún


Desde lo alto del Mananú, cuando se mira por encima de la muralla hacia el sur, se divisa el Valle de Tara en toda su plenitud. Y enmarcada en él, tal como si fuese un paisaje diseñado a conciencia, se levanta la sinigual Casalún, tan pequeña y coqueta… Adherida a un bosque que se abre como si fuese un formidable abanico, cubriendo la totalidad del horizonte.

Cuando el sol es generoso, se puede contemplar el brillo reflectante de sus pabellones blancos, cercando la alta Atalaya que al igual si fuese un faro; se posiciona desafiante, ante la inmensa arboleda que baña los límites de la aldea.

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Cartas a Thyrsá –ExLibric- 2018

sábado, 27 de noviembre de 2021

El Bosque Powa

 



«El Boque Powa representa nuestro interior.
Se desarrolla en plena naturaleza 
y en él convergen los distintos elementos que ocuparan nuestra vida».

Existe una energía especial y hoy desconocida para nosotros. Se manifiesta en lugares donde el hombre no llega. En dichas zonas, el latido de la tierra es bien distinto, por lo que, en estos momentos es necesaria cierta disciplina para poder sentirla. Hemos olvidado demasiado.

Al Bosque Powa, le llaman el corazón del reino, no es el primer bosque que se levantara en la Isla, nada de eso. A la primera frondosidad, se le llamó la selva del Urbian, pero, y a diferencia de este, el Powa acrecentó su poder cuando todo se hallaba perdido.

El Bosque conformada un solo cuerpo, un gigantesco macrocosmos constituido por múltiples elementos, respondiendo a una misma voz y a un solo cometido; retraerse y aislarse del mundo exterior. 


Un solo organismo en el que todas sus partes protegen y guardan el acceso al interior del mismo, siendo uno de los lugares más recónditos y apartados de la Isla. Un universo sagrado y paralelo a la selva del Urbian en el norte de la isla y tierra de Melodía.

En el interior del Powa perviven dos comunidades; el pueblo de la Roca para los hombres y Casalún, la aldea de las mujeres. A la Roca la guardan los hombres panteras y a Casalún las mayas, las mujeres guerreras.


«Se introdujeron en el interior del Bosque Powa y cruzaron multitud de retorcidos senderos y dando la sensación de entrar en un laberinto sin final, donde un penetrante olor a hinojo y enebro le invadían los sentidos. Riscos y grandiosas vetas de piedra, emergían súbitamente de la tierra, arropadas por plantas trepadoras que ocultaban peligrosas pozas de agua. Un lugar virtuoso en el que los árboles y sus sombras atesoraban el tesoro de un conocimiento inaccesible para el resto de los habitantes de la isla».

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Cartas a Thyrsá –ExLibric- 2018

martes, 16 de noviembre de 2021

Entrevista por Margarita Hans

 


Te lo voy hacer pasar mal, muy mal, Ricardo. Estoy muy contenta de estar aquí presentando tú primera novela, y te advierto que no estoy aquí para hacerle fácil la entrevista, haré un poco de diablo y ponerle algo difícil la presentación.

    — ¿Quién es Ricardo Reina?

    — A ver si alguna vez me entero de quien soy, Margarita...

Te respondo tal como dijo Herman Hesse en su prólogo de la novela Demian; —El ser humano siempre se encuentra en proceso de búsqueda, es un tirar hacia la sangre y la sangre siempre tira hacia la tierra». Soy un andaluz, una persona que ha buscado y sigue buscando en todo cuanto se le pone por delante. He sido siempre muy curioso y no ha dejado nunca nada a un lado, me ha tocado vivir múltiples experiencias.

Fruto de todo ello ha sido mi encuentro con la arteterapia en Málaga en el centro El Caminante, proceso por el cual mi vida dio un cambio radical y que me entregué durante cinco años, combinando lo artístico con todo tipo de sentimientos. He trabajado la fotografía como proceso terapéutico y ahora me dedico a la escritura como forma de expresión. Simplificando, te diría que he sido una persona que se ha preguntado muchas cosas y nunca ha estado contento con las respuestas que ha recibido.

    — Cuando leo este el libro me encuentro con un mundo fantástico desde todos los ángulos ¿Es quizás Thyrsá el cuento de tu vida?

    —Thyrsá, forma parte de un proceso muy largo. Haciendo memoria, el primer relato de Thyrsá corresponde al año 1986, relatos que uno escribía como manera de escape y bastante inconsciente, diría ahora. Luego, es cierto que con el proceso de arteterapia, y en uno de sus primeros trabajos en que había que relatar mi vida, como si de un cuento se tratase; a raíz de ello todos esos escritos que había acumulado, se engloban en un proceso de intervención interior, dando lugar a lo que sería este mundo mágico de la Isla.

    —Eso me lleva a otra pregunta que me tiene intrigada y es que dentro del libro hay dos personajes principales que son Thyrsá e Ixhian. Sin embargo, hablas de Thyrsá en primera persona y en cambio en Ixhian, lo haces en tercera persona llamándome mucho la atención.

    —Pues mira no tengo ni idea, lo que, si es cierto es que me siento mucho más cómodo escribiendo desde el lugar de la mujer que como el del hombre. Motivándome la emoción femenina, pues descubro que escribiendo siento unas emociones que jamás percibo en el mundo real, y en este caso desde el punto de vista masculino. Dentro de mi proceso personal, como hombre, siento que el personaje camina con mucho miedo y sin embargo ella es la valiente, además de poseer cierta ternura que combina como eje principal. Los personajes suelen crearse a sí mismos, uno comienza escribiendo una historia y poco a poco el personaje va devorando al autor, hasta perder la verdadera identidad como creador frente a lo creado.


        —Dices que todos los personajes de la novela son reales y todos los lugares son sitios donde has estado ¿De toda la novela con que personajes te identificas tu más?

        —Difícil pregunta me haces, ya que en el libro hay una infinidad de personajes. Pero siendo fiel a la pregunta, creo que me identifico más con Ixhian.

        —Cuentas de que todos los personajes son reales, excepto Noru que se te apareció en un sueño.

        —Es cierto que soñé con Noru. Recuerdo que era un lugar extraño y donde había largos pasillos. Se reveló con un libro entre sus manos y me habló de la Ziryhab como doctrina. Luego, y digamos que en un acto fortuito tuve conocimiento de un personaje histórico llamado Ziryhab, por lo que conecté de manera asombrosa con una fuente de sabiduría muy cercana. Ziryhab, fue una especie de músico y poeta que habitó en Córdoba, llegó desde el puerto de Algeciras durante el periodo de Abderramán II y en pleno esplendor del Califato cordobés.

        —Cuando leo el libro me encuentro unas imágenes muy definidas y con muchos personajes perfectamente diferenciados entre ellos y con una personalidad muy clara para cada uno de ellos.

    — ¿En qué te inspiras Ricardo?

        —El grupo de Casalún lo constituyen un grupo de personas que han pasado por mi vida, ese es el secreto. Luego ese grupo se constituye como entidad propia.

        — ¿Eres romántico, Ricardo?

        — ¿No has leído el libro? Me defino como de la línea más dura de Bécquer.


        —En la obra aparecen una serie de personajes que dan escalofríos ¿Te gusta la literatura de terror?

        —Siempre me atrajo lo gótico y la literatura de terror. Hoy intento evitar ese tipo de lectura, dado que me pierdo entre conceptos demasiados retorcidos. Siempre me atrajo el misterio. Pero nunca escribiré sobre terror tal como se entiende dicho concepto hoy en día. No estoy en ese momento de mi vida, creo que hay que escribir más sobre el cariño y el amor, en estos momentos es mi finalidad. También pienso que aquello que uno escribe se crea, y si escribo algo así y debido a mi tremenda superstición pienso que me puede pasar factura. Sí en algún pasaje de la obra sentiste miedo, es por algo producido por lo psicológico, un terror que llevamos dentro no fuera.

    —Has nombrado a Edgar Allan Poe, H. P. Lovecraft, pero cuando leo el libro veo más un baile entre Momo, Tolkien... ¿Quién te mueve a ti?

    —Intento leer garantía de calidad, pero también es cierto que leo gente que comienza, alternándolo con literatura clásica.

    —Sí he de acercarme algún autor de los que has nombrado, sin duda a Michael Ende, es mucho más profundo. Detrás de su reino de fantasía se esconde un trabajo impresionante. Esa nada que progresivamente nos devora me marcó mucho cuando lo leí.

    —Ahora si te pongo de verdad en un aprieto, ¿Si tuvieras que descubrir tu libro como lo harías?

    —Te lo simplificaré diciendo que a pesar de la cantidad personajes, a pesar de las descripciones y los paisajes tan marcados; fundamentalmente el libro trata sobre la búsqueda del amor y la angustia que se produce tras la separación con el amado. Algo que ya definió San Juan de la Cruz. La búsqueda de un amor que supera lo carnal y al gozo espiritual. Desde luego no es el típico libro de verano que se lleva a la playa a leer.

    — ¿Con que parte te quedarías o te gusta más?

    —Mi naturaleza es muy sensual y me atrae mucho un personaje que cogió vida propia como es Eleonora, que comenzó como personaje de relleno y por si solo ganó tanta presencia que en un momento de la obra llega a desplazar a su gran amor.


    —Una pregunta un poquito más personal; ¿Qué sientes teniendo a tus amigos y familia presente?

    —Ahora estas aquí y no te enteras de nada y tal como se dice en la filosofía Gestalt; hay que hacer la digestión de todo esto. Esperaré a mañana, e intentaré dar una respuesta a este momento.

    — ¿Hay alguna parte del libro que te haya sudar?

    —Demasiadas, sobre todos los diálogos, los hay muy largos y extensos. He tenido que trabajarlos mucho para intentar que pudiesen ser entendidos por el lector. Repito que este libro no es fácil, sin duda va destinado a lectores avezados.

    —Una última pregunta, un poco delicada. el libro tiene una dedicatoria muy especial ¿Hay mucho de tú padre en él?

    —Un día, mi padre y yo, descubrimos al último trovador de Castilla, fue en San Pedro de Ardanza, ese hombre me relató en castellano antiguo la historia del monasterio. Recuerdo que tras conocerlo me dije; —Este hombre no puede morir—. Había fallecido hacía unos años el trovador de San Millán de la Cogolla en la Rioja y solo quedaba este como último de un gran linaje. Cogí a mi padre y le dije tienes que interactuar con este hombre, es la sangre y la historia lo que corre por vuestras venas.

Mi padre representaba todo para mí, sin él nunca hubiese publicado ni hubiera heredado esta capacidad emocional. El primer libro que me regaló fue La Biblia, luego Las Mil y una Noches. Mi padre representaba un tiempo que se marchó y pienso que no debemos olvidar nuestro pasado ni de dónde venimos. Nosotros de alguna manera estamos obligados a sacar a la luz este legado. Fue el gran maestro que uno tuvo en la vida, y cuando uno tiene la suerte de haberse encontrado con un gran maestro, esa experiencia nunca muere. Enlazar y respetar la experiencia vivida, dando testimonio de ella es mi manera correcta de vivir.

domingo, 14 de noviembre de 2021

Cartas a Thyrsá, presentación en Mairena del Alcor.



Cartas a Thyrsá, comenzó su peregrinaje a finales de septiembre, llevamos cinco presentaciones y ahora llega esta; la sexta. Queda una, pues me enseñaron que el número siete era el número sagrado, por lo que por mí queda, suspendo dicha actividad.

Ahora es cuestión de aguardar y que sea el propio libro quien dirija su propio camino.


«Si comparamos el río con la roca, el río gana siempre, 
no gracias a su fuerza, sino a la perseverancia».
Buda

Observar que sucede, como si fuese un experimento en un laboratorio y que respuesta suscita en mí, este pergamino en él he depositado parte de mi vida.

Puede que queden dos, tres o cuatro libros por salir, no lo sé a ciencia cierta, todo depende de ese río y de su amabilidad para conmigo y con lo que he manifestado.

La séptima presentación no será forzada ni programada, ella deberá de llegar sola. Por lo cual emplazo a la naturaleza para que se invite a sí misma a comparecer.

Donde quiere que ella quiera, allí estará Thyrsá.

jueves, 11 de noviembre de 2021

Los enclaves reales que se esconden tras la fantasía de Cartas a Thyrsá


A través de la literatura, se pueden visitar muchos lugares… Pero, ¿y si esos lugares tuviésemos que adivinarlos? Ricardo Reina Martel, en su primera novela de fantasía romántica, ha creado mundos imaginarios extraordinarios cuya base la encontramos en nuestra propia geografía española. Ha querido revelarnos amablemente algunos de estos enclaves que encontraremos en su obra transformados en un mundo mágico y misterioso.

Valle de Oro.

El Valle de Oro se ubica en la provincia de Lugo, y es un lugar delimitado en su totalidad por montañas. Sus habitantes dicen del lugar que, en ocasiones, las montañas dan tal sensación de aislamiento que el mundo más allá de Valle de Oro no parecía existir. También se cuenta que incluso aquellos que inmigraron a Cuba en el pasado, crearon la Sociedad de Hijos del Valle de Oro en La Habana. Un enclave, por tanto, al que pertenecer. Este lugar acoge restos arqueológicos que datan del Paleolítico y también, puede presumir de tener una de las cascadas de mayor belleza, con unos 15 metros de altura. Un lugar ideal para desarrollar una trama fantástica.


O Sel Ling.

O Sel Ling es una comunidad religiosa sin ánimo de lucro en las montañas de La Alpujarra granadina, a 1600 m de altura. Cartas de Thyrsá, la obra de Ricardo Reina, dedica una gran parte de la trama al aprendizaje de los jóvenes protagonistas para la dominación interior, la búsqueda del Ser Interior. Les acompañamos en su paso a la adultez en Casalún y La Roca, dos lugares dedicados a la preparación física y mental de los elegidos. Por tanto, no es de extrañar que el autor se haya inspirado en un retiro como O Sel Ling para ambientar alguno de estos lugares fantásticos en su libro.

Cañón del Río Lobos.

Se trata de un profundo cañón calizo formado por una antigua e intensa erosión del río Lobos, recorriendo más de 25 km. de la Provincia de Soria y Burgos, según nos cuenta la web de turismo de Soria. Una de las imágenes más impactantes, son las agrupaciones de flores, intrínsecas por la diversidad de diferentes estratos, que presentan partes de este Cañón. Estas flores me recuerdan a algunos pasajes de la novela, en los que la protagonista se deleita caminando descalza por prados repletos de flora y consigue fusionarse con este estado natural. También, una de las pruebas que la protagonista debe pasar, tiene que ver con encontrar cierto tipo de flor. ¿Será alguna de las que se encuentran en el Cañón del Río Lobos?

El Gandul.

Gandul es un municipio despoblado de la provincia de Sevilla. En sus inmediaciones se encuentra una importante zona arqueológica en la que hay dólmenes calcolíticos y restos de una antigua ciudad ibero-romana. Y escritores como Cervantes, Lope de Vega o Calderón de la Barca, nombraron en sus obras al pan de Gandul. Un lugar deshabitado, rodeado de ruinas, con un manantial como único abastecimiento de agua… También me recuerda a cierto lugar de aislamiento en donde pasaron parte de su instrucción los protagonistas de la obra.

¿Quiere el lector conocer los lugares escondidos tras las descripciones fantásticas del autor o prefiere regodearse en el mundo imaginario que se ha construido para él? Sea cual sea la decisión, fantasía y realidad se dan las manos en la ambientación que sostiene el argumento de Cartas a Thyrsá.

EVA FRAILE
4 DE JULIO DE 2019, 18:39
PARA LA REVISTA, SAL Y ROCA


Pinocho, la puerta secreta.

  «¿Qué nombre le pondré? —Se preguntó a sí mismo. —Le llamaré Pinocho, y este nombre le traerá fortuna. He conocido una familia de Pinocho...