martes, 16 de noviembre de 2021

Entrevista por Margarita Hans

 


Te lo voy hacer pasar mal, muy mal, Ricardo. Estoy muy contenta de estar aquí presentando tú primera novela, y te advierto que no estoy aquí para hacerle fácil la entrevista, haré un poco de diablo y ponerle algo difícil la presentación.

    — ¿Quién es Ricardo Reina?

    — A ver si alguna vez me entero de quien soy, Margarita...

Te respondo tal como dijo Herman Hesse en su prólogo de la novela Demian; —El ser humano siempre se encuentra en proceso de búsqueda, es un tirar hacia la sangre y la sangre siempre tira hacia la tierra». Soy un andaluz, una persona que ha buscado y sigue buscando en todo cuanto se le pone por delante. He sido siempre muy curioso y no ha dejado nunca nada a un lado, me ha tocado vivir múltiples experiencias.

Fruto de todo ello ha sido mi encuentro con la arteterapia en Málaga en el centro El Caminante, proceso por el cual mi vida dio un cambio radical y que me entregué durante cinco años, combinando lo artístico con todo tipo de sentimientos. He trabajado la fotografía como proceso terapéutico y ahora me dedico a la escritura como forma de expresión. Simplificando, te diría que he sido una persona que se ha preguntado muchas cosas y nunca ha estado contento con las respuestas que ha recibido.

    — Cuando leo este el libro me encuentro con un mundo fantástico desde todos los ángulos ¿Es quizás Thyrsá el cuento de tu vida?

    —Thyrsá, forma parte de un proceso muy largo. Haciendo memoria, el primer relato de Thyrsá corresponde al año 1986, relatos que uno escribía como manera de escape y bastante inconsciente, diría ahora. Luego, es cierto que con el proceso de arteterapia, y en uno de sus primeros trabajos en que había que relatar mi vida, como si de un cuento se tratase; a raíz de ello todos esos escritos que había acumulado, se engloban en un proceso de intervención interior, dando lugar a lo que sería este mundo mágico de la Isla.

    —Eso me lleva a otra pregunta que me tiene intrigada y es que dentro del libro hay dos personajes principales que son Thyrsá e Ixhian. Sin embargo, hablas de Thyrsá en primera persona y en cambio en Ixhian, lo haces en tercera persona llamándome mucho la atención.

    —Pues mira no tengo ni idea, lo que, si es cierto es que me siento mucho más cómodo escribiendo desde el lugar de la mujer que como el del hombre. Motivándome la emoción femenina, pues descubro que escribiendo siento unas emociones que jamás percibo en el mundo real, y en este caso desde el punto de vista masculino. Dentro de mi proceso personal, como hombre, siento que el personaje camina con mucho miedo y sin embargo ella es la valiente, además de poseer cierta ternura que combina como eje principal. Los personajes suelen crearse a sí mismos, uno comienza escribiendo una historia y poco a poco el personaje va devorando al autor, hasta perder la verdadera identidad como creador frente a lo creado.


        —Dices que todos los personajes de la novela son reales y todos los lugares son sitios donde has estado ¿De toda la novela con que personajes te identificas tu más?

        —Difícil pregunta me haces, ya que en el libro hay una infinidad de personajes. Pero siendo fiel a la pregunta, creo que me identifico más con Ixhian.

        —Cuentas de que todos los personajes son reales, excepto Noru que se te apareció en un sueño.

        —Es cierto que soñé con Noru. Recuerdo que era un lugar extraño y donde había largos pasillos. Se reveló con un libro entre sus manos y me habló de la Ziryhab como doctrina. Luego, y digamos que en un acto fortuito tuve conocimiento de un personaje histórico llamado Ziryhab, por lo que conecté de manera asombrosa con una fuente de sabiduría muy cercana. Ziryhab, fue una especie de músico y poeta que habitó en Córdoba, llegó desde el puerto de Algeciras durante el periodo de Abderramán II y en pleno esplendor del Califato cordobés.

        —Cuando leo el libro me encuentro unas imágenes muy definidas y con muchos personajes perfectamente diferenciados entre ellos y con una personalidad muy clara para cada uno de ellos.

    — ¿En qué te inspiras Ricardo?

        —El grupo de Casalún lo constituyen un grupo de personas que han pasado por mi vida, ese es el secreto. Luego ese grupo se constituye como entidad propia.

        — ¿Eres romántico, Ricardo?

        — ¿No has leído el libro? Me defino como de la línea más dura de Bécquer.


        —En la obra aparecen una serie de personajes que dan escalofríos ¿Te gusta la literatura de terror?

        —Siempre me atrajo lo gótico y la literatura de terror. Hoy intento evitar ese tipo de lectura, dado que me pierdo entre conceptos demasiados retorcidos. Siempre me atrajo el misterio. Pero nunca escribiré sobre terror tal como se entiende dicho concepto hoy en día. No estoy en ese momento de mi vida, creo que hay que escribir más sobre el cariño y el amor, en estos momentos es mi finalidad. También pienso que aquello que uno escribe se crea, y si escribo algo así y debido a mi tremenda superstición pienso que me puede pasar factura. Sí en algún pasaje de la obra sentiste miedo, es por algo producido por lo psicológico, un terror que llevamos dentro no fuera.

    —Has nombrado a Edgar Allan Poe, H. P. Lovecraft, pero cuando leo el libro veo más un baile entre Momo, Tolkien... ¿Quién te mueve a ti?

    —Intento leer garantía de calidad, pero también es cierto que leo gente que comienza, alternándolo con literatura clásica.

    —Sí he de acercarme algún autor de los que has nombrado, sin duda a Michael Ende, es mucho más profundo. Detrás de su reino de fantasía se esconde un trabajo impresionante. Esa nada que progresivamente nos devora me marcó mucho cuando lo leí.

    —Ahora si te pongo de verdad en un aprieto, ¿Si tuvieras que descubrir tu libro como lo harías?

    —Te lo simplificaré diciendo que a pesar de la cantidad personajes, a pesar de las descripciones y los paisajes tan marcados; fundamentalmente el libro trata sobre la búsqueda del amor y la angustia que se produce tras la separación con el amado. Algo que ya definió San Juan de la Cruz. La búsqueda de un amor que supera lo carnal y al gozo espiritual. Desde luego no es el típico libro de verano que se lleva a la playa a leer.

    — ¿Con que parte te quedarías o te gusta más?

    —Mi naturaleza es muy sensual y me atrae mucho un personaje que cogió vida propia como es Eleonora, que comenzó como personaje de relleno y por si solo ganó tanta presencia que en un momento de la obra llega a desplazar a su gran amor.


    —Una pregunta un poquito más personal; ¿Qué sientes teniendo a tus amigos y familia presente?

    —Ahora estas aquí y no te enteras de nada y tal como se dice en la filosofía Gestalt; hay que hacer la digestión de todo esto. Esperaré a mañana, e intentaré dar una respuesta a este momento.

    — ¿Hay alguna parte del libro que te haya sudar?

    —Demasiadas, sobre todos los diálogos, los hay muy largos y extensos. He tenido que trabajarlos mucho para intentar que pudiesen ser entendidos por el lector. Repito que este libro no es fácil, sin duda va destinado a lectores avezados.

    —Una última pregunta, un poco delicada. el libro tiene una dedicatoria muy especial ¿Hay mucho de tú padre en él?

    —Un día, mi padre y yo, descubrimos al último trovador de Castilla, fue en San Pedro de Ardanza, ese hombre me relató en castellano antiguo la historia del monasterio. Recuerdo que tras conocerlo me dije; —Este hombre no puede morir—. Había fallecido hacía unos años el trovador de San Millán de la Cogolla en la Rioja y solo quedaba este como último de un gran linaje. Cogí a mi padre y le dije tienes que interactuar con este hombre, es la sangre y la historia lo que corre por vuestras venas.

Mi padre representaba todo para mí, sin él nunca hubiese publicado ni hubiera heredado esta capacidad emocional. El primer libro que me regaló fue La Biblia, luego Las Mil y una Noches. Mi padre representaba un tiempo que se marchó y pienso que no debemos olvidar nuestro pasado ni de dónde venimos. Nosotros de alguna manera estamos obligados a sacar a la luz este legado. Fue el gran maestro que uno tuvo en la vida, y cuando uno tiene la suerte de haberse encontrado con un gran maestro, esa experiencia nunca muere. Enlazar y respetar la experiencia vivida, dando testimonio de ella es mi manera correcta de vivir.

1 comentario:

  1. Espero no habértelo hecho pasar muy mal Ricardo, ja ja. Fue un placer entrevistarte. Sabes que Cartas a Thyrsá es para mí una obra de referencia. Besos :D

    ResponderEliminar

Pinocho, la puerta secreta.

  «¿Qué nombre le pondré? —Se preguntó a sí mismo. —Le llamaré Pinocho, y este nombre le traerá fortuna. He conocido una familia de Pinocho...