jueves, 24 de febrero de 2022

Inipi o Temazcal, el rito sagrado de la sanación I

 


Se levanta una pequeña cabaña ovalada cubierta de pieles, donde una diminuta apertura hace de entrada.

Dos horas antes del rito se enciende el Feng Osuá (fuego) y colocamos las piedras sobre la hoguera, cubriéndola con leña y arbustos secos.

Nos sentamos y observamos el fuego, concentrándonos en las llamas.

Frente al fuego, imploramos por nuestros antepasados y por cuantos han intervenido en nuestra travesía por la vida.

"Este es el huevo del mundo y el vientre de la madre. 
En su interior se forja la humildad del guerrero".

Las piedras las llamamos abuelas (dunka) y representan la memoria de todo cuanto ha sobrevivido en la faz de la tierra.

El fuego (feng osuá) y simboliza el atrevimiento y arrojo de nuestro espíritu.

El agua (alania) es nuestro sentir.

La hierba sagrada (maia), nuestro aliento purificador, y este viento que sopla (lisa) es la voz de nuestros antepasados.

Ayudado por una horquilla de madera, introducimos las piedras incandescentes en el interior de la cabaña.

Nos despojamos de nuestras ropas y ornamentos.

Seguidamente se deposita pequeñas brasas en un cuenco de barro y se esparce salvia sobre ella.

Con las manos se atrae el humo hacia nuestro cuerpo desnudo, bañándonos en el aroma de la salvia.

Nos introducimos en el interior de la cabaña, donde el calor es intenso. Resplandecen las piedras y por nuestro cuello se desliza el sudor como si fuese un río.

En lo íntimo de la cabaña se desata nuestro universo más recóndito y profundo; la tierra es donde germina nuestra voluntad.


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Las granjas Paradiso –ExLibric- 2022

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