Día intenso el de ayer, realmente me duele todo el cuerpo.
Nos trasladamos a Glastonbury y tomé café con tarta de zanahoria en Monkeye, donde siempre suelo hacerlo.
Me llegué a la abadía, antes de que el sol estuviese muy alto. En Inglaterra hizo un día espectacular, luego asistí a una conferencia de la "Sovereing Goddess of Avalon".
Hablé con mucha gente e intenté perfeccionar mi inglés, por llamarlo de alguna manera.
Recorrí las calles y visité las tiendas de diseño; disfruté ante tantas muestras de arte..., y antes de almorzar en una taberna muy, pero que muy vieja; me adentré en uno de los lugares más mágicos de la tierra; la caverna, "The White Spring".
Me bañé en sus aguas rojas y blancas que descienden de la cima de Tor y que según dice la tradición es sangre de dragones.
Ahora, sí creo que puedo continuar escribiendo Thyrsá. Motivo hay para ello
¿Hoy? Descansa Marta, y a ver que me tiene preparado. Ella sabe que el listón está muy alto.
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