La fuente del agua que no cae

 

"El recorrido del agua por entre las acequias y canales de la fuente, conforma una sinfonía que no es comparable con nada de lo percibido en este mundo".

Llegamos a un claro donde el silencio entonaba su propia melodía, una enorme barca de piedra sostenía en su interior el agua que manaba del manantial. El abuelo bebió auxiliándose con la palma de su mano. Le imité y me percaté que la sutil vibración del agua, creaba ondulaciones que no traspasaban el contenedor de piedra. En su profundidad se manifestaba un ecosistema vegetal por donde jugaban a esconderse pequeños pececillos de colores entre las algas.

El corazón del Bosque es una fuente donde parte de la piedra, y por la que llega el agua, apenas se aprecia, debido a la densa vegetación que la enmaraña y la sostiene. Sobresaliendo la roca en forma de segmento y desafiando la aspereza vegetal tal como si fuese un mascarón de proa que avanza embravecido; batiéndose sobre las olas y abordando desde la espesura hasta irrumpir descansando sobre el Claro.

El estanque de la fuente tiene forma oval, surtiendo el agua desde el interior de la piedra; se cuenta que nunca fue tallado por manos humanas. Tumbada la gran roca, con forma de canoa vacía, contiene en su interior un manantial donde se nivela el agua, manteniéndose hasta el borde y sin verter una sola gota de líquido sobre el suelo.

Desde allí, el agua es conducida a través de conductos subterráneos y laterales por dónde prosigue su recorrido a través de regueros y riachuelos, penetrando y confiriendo humedades; ofreciéndole la vida al Bosque.

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Cartas a Thyrsá –ExLibric- 2018