viernes, 7 de enero de 2022

Los Siete Lagos de Conanza

 


Detalle del desfiladero de Daria
Arkhip Ivanovich

Al abrigo de las Díalas duerme el último de los siete lagos de Conanza, alimentándose del enorme caudal que cae en forma de torrente desde las altas montañas. El vapor y la niebla son constantes, produciéndose cierto fenómeno nebuloso al romper el agua sobre la superficie. El agua de la laguna se agita, aquí no hay un espejo como en la primera de ellas, ya que la corriente tubulosa impide cualquier tipo de reflejo. Me abate el recuerdo y la visión del primero de los lagos, donde todo era remanso y paz. Esta es la laguna más pequeña de cuantas la preceden, siendo cada una de ellas portadoras de un nombre asociado a primitivas deidades. A esta última se le conoce como El Altar, sin duda inspirado el nombre por la gran pared de selva y roca que la resguarda y protege.

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Cartas a Thyrsá –ExLibric- 2018

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