Dos de febrero, día de la Issantia o del Buen Fuego

 

La Issantia

Reina de las llamas y del fuego, Princesa de las salamandras, Señora de la muerte, acompañante y pacífica mensajera.

Junto al Claro de Transparencia se abre un sendero llamado el Sendero Nardo de Senett, que te lleva directamente a una zona cavernosa, conocida como el Collado de Campanas. Allí vivirás y quedarás en soledad, hasta llegado el día de la Issantia en invierno, entonces será cuando se dé por concluido tu período de aislamiento. Existirás solo con ella y para ella, no habiendo nada más importante en el mundo para ti. Alguien te acercará todos los días un cesto con comida y enseres destinados al cuidado personal y te he de advertir que mientras se mantenga este tiempo de reclusión, no verás a nadie salvo que enfermaras.

Ritual corto de Issantia

Levantar un círculo de piedras blancas, en cuyo centro se mantendrá la llama de la Issantia siempre encendida.

Se nos recomienda planificar un sistema de rezos y contemplaciones, junto con la memorización de plegarias y ciertos gestos, perfectamente medidos y acompasados que habremos de efectuar con las manos.

En cuanto la cera derretida de la vela supere un límite, traspasaremos la llama originaria a una nueva lamparilla o vela, asegurándonos de que ningún desagradable incidente afecte su naturaleza. Si la llama muere o se consume el retiro habría de darse por concluido y obviamente la prueba no sería superada.

Este ritual debe de durar hasta tres días y durante el tiempo que dure, la llama no se podrá apagar, por lo tanto debemos de tener cuidado.

Recitaciones

«Que la luz, con todo su poder y fuerza mágica se haga aquí, en este momento y lugar».

Pasamos a encender la llama.

«Que la fuerza de la Issantia y su universo se manifieste en este lugar y en este instante».

«Que la fuerza y la luz de la Issantia iluminen y potencien este altar sagrado».

Efectuamos las peticiones y rezos.

Contemplación y meditación en el fuego.

«Que el espectro de lo manifestado en este rito a través de sus rayos luminosos iluminen mi espíritu y me acompañe siempre».

Despedida de la llama.

Antes de apagar el fuego debemos mojar nuestros dedos en agua para poder apagar la Issantia, nunca soplar sobre ella o utilizaremos un apagavelas.

Se recitan oraciones de despedida.